Por Mauro Libi.- Emprendedor que no sueña no es emprendedor.
Así de sencillo. En su mente siempre están fluyendo ideas de negocios, siempre
está inventando nuevas líneas de producción, nuevos e innovadores productos y/o
servicios. En fin, su mente no para.
Lo que tal vez no tenga la misma fluidez sea su bolsillo,
por lo que tenga que recurrir a otras fuentes de financiamiento para poder
acometer dichos proyectos.
Las buenas ideas de los emprendedores deben pasar por varias
etapas, primero, comprobar que es un negocio viable, posible. Luego indagar en
el posible nicho de mercado si el producto y/o servicio tendría buena acogida
pues en verdad resuelve un problema o satisface una necesidad. Lo tercero, es
hacer cálculos bien precisos para determinar el costo del proyecto.
Entonces, sí. Luego de tener estas respuestas es momento de
acudir a los inversionistas a quienes les gusta tratar con gente segura,
informada y con los pies bien puestos sobre la tierra. Ellos quieren escuchar
con exactitud cuánto deben invertir, cuánto van a ganar y en cuánto tiempo.
Como guía queremos presentarle a continuación parte del
proceso que significa buscar el apoyo de uno o varios inversionistas en sólo
tres pasos.
1. No improvise y prepare toda la documentación e
información. Aunque no podrá precisar con exactitud todas las variables y
métricas, sí es viable hacer proyecciones sobre bases reales. Hágase de toda la
información y datos posibles de tal manera que pueda construir un buen conjunto
de cuadros con los que convenza a los inversionistas de la viabilidad de su
proyecto.
Utilice herramientas digitales, constituya focus group, haga encuestas, haga
pruebas con el producto y/o servicio. Así, vaya construyendo el plan de
negocio.
2. Haga un escaneo e indague quiénes pueden ser sus
potenciales inversionistas. Es que no todos los inversionistas se apuntan en
todo tipo de proyecto. Así que investigue con quiénes su proyecto puede hacer
“punch”.
Consulte por aquí y por allá el historial de sus posibles
candidatos. Revise sus portafolios, investigue su historial. Usted tiene que ir
ante su posible candidato conociendo quién es, qué le gusta, cuáles son sus
fortalezas, sus gustos, sus preferencias. Construya un discurso que convenza
acerca de por qué le conviene invertir en su proyecto.
Recurra a sus contactos y busque que le sirvan de referencia
y avalen su calidad personal, su idoneidad profesional y empresarial.
3. Su proyecto de producto y/o servicio debe llegar en el
momento preciso y al lugar adecuado. No son válidas las improvisaciones. Usted
debe demostrar a sus inversionistas que el suyo es un proyecto que está
diseñado para satisfacer una necesidad planteada, para resolver un problema.
Una vez que tenga todo esto resuelto, entonces, sí, es el momento
de acudir donde sus candidatos a inversionistas.
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