Por Mauro Libi.- Podemos
definir a la inteligencia emocional como la capacidad que tenemos para
identificar lo que sentimos ante determinado estimulo, asimismo nos indica cómo
debemos actuar para equilibrar nuestro estado anímico.
Es además es otro factor
clave para convertirnos en personas exitosas; años de investigación confirman que es un elemento que diferencia a la persona
exitosa de los demás.
De
acuerdo a un psicólogo positivo de una conocida universidad mexicana es un
concepto relacionado con la manera que nos permite controlar nuestras habilidades,
tomar decisiones y resolver problemas que tienen que ver con el manejo de las
emociones y de las relaciones que sostenemos con los miembros de nuestro
entorno.
Según
el académico a mayor inteligencia emocional hay una mejor capacidad para que apliquemos las habilidades
emocionales y físicas a los problemas de la vida. Sostiene que nos da más
capacidad para conducirnos al relacionarnos con los demás, porque entre más
experiencia tengamos en reconocer nuestras emociones, de manejarlas,
controlarlas, y de identificar los sentimientos de los demás, tenemos mejores
oportunidades para relacionarnos bien, actuar con efectividad y por
consiguiente convertirnos en personas exitosas.
Entretanto
otros expertos sostienen que este tipo de inteligencia es incluso más
importante que la académica, porque nos permite participar y compartir con los
otros seres humanos en un ambiente armónico y en paz.
Según
otras investigaciones las personas con alta inteligencia emocional ganamos
mejores salarios y obtenemos mejores recompensas en la vida laboral y social.
Este tipo de inteligencia es demostrada no sólo por quienes somos líderes
sobresalientes, si no por aquellos que tienen desempeños laborales destacados
como por ejemplo los líderes. Su desarrollo comienza cuando podemos reconocer
nuestras propias inquietudes y el poder tomar conciencia de cómo reaccionamos
en cada situación.
Informan
los doctores en psicología positiva que la inteligencia emocional pasa por
varias etapas, entre los que destacan las relaciones con nosotros mismos; es
decir, tienen que ver en cómo manejamos nuestras propias emociones, otro
aspecto se vincula en el estudio de la forma en que nos relacionamos con los
demás.
En
pocas palabras, tener una inteligencia emocional elevada es más importante para
tener éxito en la vida que tener un alto coeficiente intelectual. Es el mayor
pronosticador de rendimiento, es uno de los factores que nos lleva alcanzar el
éxito en todo tipo de trabajo que realizamos, en las relaciones laborales, de
pareja y en otros aspectos importantes y relevantes de la vida diaria como, por
ejemplo: que seamos personas felices, respetadas, valoradas y reconocidas por
nuestro entorno.
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