Mauro Libi: 4 ideas para proyectar un liderazgo efectivo y exitoso

A un verdadero líder, no le interesa el seguimiento de la gente a su persona, sino a lo que él cree. Por lo tanto, es imprescindible que tengamos una visión clara de lo que se quiere lograr para que otros nos sigan.

Pero el liderazgo no es en sí una actitud, sino más bien el estado en el que una persona sabe lo que quiere y mantiene la habilidad de enfocar sus pensamientos y acciones hacia los objetivos que visualiza, transformando la elección, el valor y el compromiso en un avance hacia la dirección que desea. 

El tema principal es que, si queremos influir en nuestro entorno, hay que comenzar por tener bien definido y controlado nuestro interior. Y; ¿Cómo podemos influir en los demás, sino sabemos a dónde queremos llegar? En la medida que nos conocemos a nosotros mismos e identificamos nuestras cualidades, afinidades y competencias, podemos tener mucha mayor claridad para saber a dónde queremos llegar. Una vez que cultivamos a nuestro líder interior, podemos comenzar la proyección hacia afuera de ese líder e influir en los demás de manera positiva. 

Por lo tanto, para influenciar a los demás, es necesario comenzar por tener una visión clara de lo que queremos lograr. En la medida en la que lo alcancemos, podremos influenciar fácilmente a otros para que las compartan y por lo tanto trabajen en ellas. Es decir, la causa trasciende al líder.

 A continuación, enumeramos 4 ideas que consideramos importantes para ejercer un mejor el liderazgo e influenciar a otros:

Determinemos nuestra causa a fondo

Más allá de saber qué hacer o cómo hacerlo, lo más importante es “por qué hacerlo”. Determinemos la causa de nuestro objetivo es lo que realmente hace la diferencia para alcanzarlo.

Hemos de alinear nuestros objetivos con la causa

Para proyectar con claridad una causa, es imperativo conocer a profundidad cualquier tema relacionado a la misma. En la medida en la que conozcamos nuestro objetivo seremos capaz de proyectarlo e influir a los demás acerca del mismo. 

Proyectemos la pasión

Una de las mejores maneras de proyectar nuestro liderazgo es con el ejemplo. Sin embargo, el ejemplo por sí solo no basta. No es suficiente ensuciarnos las manos, estar disponible o colaborar con nuestro equipo. El verdadero catalizador del ejemplo es la pasión. En la medida en la que podemos contagiar nuestra pasión en el entorno, será la proporción en que este responda motivado por la misma. 

Empodera y delega

El buen líder siempre es capaz de inspirar y confiar en la ayuda de otros más capaces que él. El buen líder no es aquel que sabe hacer todo, sino aquel que entiende su causa como lo más importante y asigna a la persona ideal para cada proceso de la misma. Cuando encontramos que alguien puede contribuir de una mejor manera a nuestra causa, no dudaremos ni un segundo en delegar.

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