Por Mauro Libi.- La psicología positiva ha comprobado que cuando un individuo cree que es bueno en alguna actividad, disfrutará al realizarla y lo hará cada vez mejor, lo cual impactará positivamente en su productividad. Este es el enfoque de la gerencia humanista, nuevo rumbo que ya está sustituyendo a la gerencia empresarial tradicional.
Con este enfoque, las compañías orientan esfuerzos a encontrar las debilidades y fortalezas de los trabajadores para conectarlas con sus actividades diarias. Estos conceptos básicos contradicen los objetivos de la gerencia tradicional, enfocados en satisfacer las necesidades de sus clientes y generar una alta rentabilidad, sin importar a veces las consecuencias para los trabajadores.
Este nuevo modelo se inspira en la premisa de que el alma y el corazón de las organizaciones son los seres humanos; por lo tanto, la gerencia debe estar enfocada en ellos, de modo que es importantísimo que se les ceda el poder para obtener beneficios como un mayor compromiso y sentido de pertenencia por parte de los empleados y una mejor rentabilidad y utilidad para la empresa.
Entender y adoptar este nuevo sistema de gerencia, requiere romper todos los paradigmas sobre gerencia que existen desde hace más de un siglo, cuando el modelo actual fue adoptado, basados en controlar y exigir: una relación de autoridad vs otra de sumisión.
Entregarles el control a los trabajadores y darles mucha libertad, es posible; eliminando los horarios de trabajo, integrándolos a la junta directiva y dándoles participación en la toma de decisiones estratégicas de la empresa.
Pasión por lo que se hace
Este enfoque positivista considera que el objetivo principal es que las personas trabajen felices, con salarios que se definan de acuerdo con las funciones de cada uno y no solo con sus cargos; ya que estos, en realidad, no deberían existir, como tampoco debería hacerlo la figura del jefe (diferente a la del líder).
Otra característica importante de las empresas que adoptan este tipo de gerencia es que el crecimiento financiero no hace parte de sus objetivos; ya que su interés económico es ser sostenibles.
A pesar de que el aumento de su rentabilidad está fuera de sus metas, las empresas que tienen este modelo crecen por encima del promedio, año tras año. La clave es la pasión por lo que se hace. Aunque la gerencia humanista parece ser el camino a seguir por las empresas, hasta el momento es un poco incierto cuáles son realmente los pasos a seguir, para moverse de los viejos conceptos y montarse en esta nueva ola.
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