Por Mauro Libi.- El cargo de director financiero ha sufrido
grandes cambios con miras a adaptarse a los nuevos tiempos caracterizados por
la transformación y la innovación permanente. De no haber sido así, ya hace tiempo
habría pasado a ser una posición fósil en las organizaciones, una pieza de
museo, tal vez.
Por décadas el puesto de director
financiero de toda empresa o emprendimiento estuvo circunscrito a los altos
puestos gerenciales desde los cuales se manejaba el capital de los negocios.
Esa visión ha dado paso al profesional que,
aunque conserva la esencia del que se hace cargo de los dineros de las
organizaciones, ha experimentado transformaciones con miras a ampliar su campo
de acción y actividades.
Así, tenemos que entre las funciones más
conocidas que desempeña un director financiero están el asegurar que la empresa
o emprendimiento en la cual se desempeña marche a buen ritmo y sin
contratiempos de índole económico.
Para todo director financiero es fundamental
garantizar la rentabilidad de la organización, ese es su principal objetivo,
los buenos réditos consecuencia de una alta productividad. En tal sentido, se
mantiene a la caza de oportunidades propicias que garanticen la sostenibilidad
y el posicionamiento de la empresa o emprendimiento.
Al director financiero le corresponde gestionar
la liquidez de la empresa, lo cual no tiene que ver únicamente con créditos o
ventas, sino que comprende todo lo que permita a las organizaciones atender sus
necesidades de caja y hacer previsiones de tesorería. Y es que para él es
fundamental que el negocio tenga liquidez suficiente para atender los compromisos
monetarios, de tal manera que puedan diseñarse planes a ser ejecutados en el
mediano y largo plazo.
Del mismo modo, el director financiero pone
en marcha sistemas de control de costos dirigidos a alcanzar la eficiencia y
efectividad en el manejo de los recursos de la organización.
Igualmente se mantiene al pendiente de lo
que ocurre en el mercado para analizar y captar posibles inversiones, siempre
con el criterio de que éstas siempre deben rendir beneficios.
También procura la financiación bancaria,
fuente del capital que requieren la mayoría de las empresas y emprendimientos.
Le corresponde al director financiero de toda organización liderar estos
procesos, siempre teniendo en la mira el alcanzar las mejores condiciones y
términos.
El director financiero debe impulsar proyectos
de mercados alternativos como otra vía para asegurar la liquidez de la organización.
Para ello debe mantenerse ojo avizor a lo que ocurre en otros mercados y
escenarios.
La observación y el análisis permanente de
los movimientos del mercado y la actividad comercial son parte de su
responsabilidad, de manera de poder obtener una visión amplia y clara de los
distintos nichos de mercados existentes para enfilar sus acciones a
conquistarlos y dominarlos.
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