Por Mauro Libi Crestani. El cambio, el
cambio, no nos cansamos de hablar del cambio y las transformaciones —vaya si la
redundancia tiene lugar— que genera en los espacios laborales, en las
organizaciones. Es un reto constante. Día a día opera el cambio a través de la
globalización, las nuevas tecnologías, la evolución cultural, la variación de
los valores, por citar solamente algunos factores.
El
cambio transforma a las empresas, a los trabajadores, a la clientela, a la
sociedad.
Si no
hay evolución, sencillamente no hay progreso y las empresas se estancan,
desaparece la competitividad y, por ende, disminuyen los niveles de
productividad. (Mauro Libi)
En ese
esquema de transformación la vieja estrategia de reaccionar ante los problemas
para entonces solucionarlos, ha dado paso a una nueva que es proactiva
sustentada en el desarrollo y el crecimiento, que tiene como objetivo alcanzar
una mayor capacidad para las organizaciones y sus empleados.
Es un
enfoque positivo, es el enfoque de la psicología positiva empresarial u
organizacional, del que ya hemos hablado en varias oportunidades. Esta
disciplina cada día avanza más y más, tanto en el campo de la investigación
como en el de la aplicación.
Desde
la nueva perspectiva se persigue una relación en la que todos se beneficien,
tanto empresa como trabajador.
Los
estudios señalan que las prácticas positivas en las organizaciones favorecen a
los empleados al facilitar y promover su desarrollo y crecimiento, lo cual
incrementa a su vez el rendimiento y la productividad y, por ende, las
ganancias de la organización. (Mauro
Libi)
En esta
relación de mutuo beneficio la habilitación de un clima y prácticas positivas
en las organizaciones, promueve el equilibrio trabajo-familia, el clima de
apoyo entre los empleados mediante la implementación de prácticas como son los
horarios flexibles, el teletrabajo, programas de tutoría, tiempos de descanso,
entre otras.
La
motivación, el apoyo, el compromiso propician retos y desafíos, un enfoque
positivo frente al viejo esquema de la superación de obstáculos.
Los
cargos directivos deben tomar en cuenta la capacidad de liderazgo de quienes
los ostentan pues de esta manera el servicio y la motivación transformacional
propician una relación en la que todos obtienen una ganancia.(Mauro Libi)
De esta
manera se propicia el crecimiento y también la prevención, dando lugar a
organizaciones saludables integradas por miembros también saludables.
Es
importante que no se pierda de vista que la positividad no es el único
objetivo, sino también el desarrollo y el crecimiento, que son piedras
angulares para el rendimiento y la productividad, objetivo fundamental de toda
empresa o emprendimiento.
Como
puede verse, en esta manera de ver la relación empresa-trabajador hay réditos
para todos, es a todas luces una relación ganar-ganar.
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