Por Mauro
Libi. Muchas empresas no han logrado entender que hay un ciclo en el
que el individuo tiene más energía para ejecutar sus tareas y, espacios de
tiempo, en el que dicha energía es menor. Por ello muchas compañías en el mundo
desarrollado permiten que los trabajadores tomen recesos entre sus jornadas
para energizarse y ser más productivos.
Por otro
lado, los expertos señalan que los grandes enemigos de la productividad son la
falta de flexibilidad y confianza entre empresa y trabajador. Demasiadas tareas
para pocos trabajadores, jornadas interminables, largas pausas para comer, el
desayuno a media mañana, las interrupciones para leer los correos
electrónicos, las redes sociales, el teléfono, los mensajes de Whatsapp,
etc.
Las
recomendaciones para mejorar la productividad en las empresas empiezan por la
racionalización de horarios, la flexibilidad de la jornada laboral y el
teletrabajo. De acuerdo a la consultora Xing 11, las empresas tienen que
implementar una serie de prácticas que ayuden a los empleados a ser más
productivos para lo cual, en primera instancia se necesita que el horario en
una empresa esté acompañado de gran flexibilidad por parte de los jefes y del
empleado, pues ambos tienen que hacerla sostenible en el tiempo.
Trabajar
por objetivos ayudaría a elevar la satisfacción del personal y las finanzas de
la empresa. Siempre que esos objetivos estén bien definidos. El objetivo es
premiar a quienes concluyen su tarea saliendo de la oficina antes de la hora
establecida, con lo cual se puede acabar con la cultura del
presencialismo.
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