Por Mauro
Libi. La experiencia ha demostrado que sólo a través de la ejecución
consciente de una estrategia de innovación, las organizaciones están en
capacidad de consolidar el perfil competitivo y sostenible que se requiere para
crecer y prosperar en un ámbito empresarial y de negocios global, de mayor
complejidad.
En el
actual paradigma, las empresas con estructuras jerárquicas, dinamizadas por
estilos de liderazgo y de gestión basados en relaciones verticales de mando y
control, y acentuada división del trabajo en torno a perfiles rígidos serán
desplazadas por las empresas que han logrado consolidar una estructuras
empresarial más ágiles, conformadas en red, con roles en constante evolución, y
comunicaciones fluyendo en múltiples direcciones en los diferentes medios, esas
que han dejado de lado la forma piramidal y donde los empleados se sienten
integrados y motivados por las oportunidades de participación que les ofrece la
dirección.
Las
empresas deben hacer cambios en la gestión de recursos humanos para no quedarse
rezagadas. Los departamentos de RRHH deben desarrollar la capacidad de innovar
y de ejecutar políticas diferentes que transformen las relaciones
laborales de manera radical. En la actualidad, las empresas han incluído a
diversos especialistas para gestionar las distintas áreas de RRHH, que convierte
esa área de la organización en socio estratégico del negocio.
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